Resumen de articulo

Las actividades en torno a la esfera de los medios digitales está presente en la mayoría de nuestras actividades cotidianas, consumir información, leer noticias, mirar videos, escuchar música y atender las cuestiones laborales entre tantas otras. El arte, no está ajeno a esta cuestión, y en las nuevas tecnologías de la información es un fenómeno al que debemos enfrentarnos, comprender y adaptarnos. Ya no es una utopía puesto que el arte digital existe, pero si es un desafío que todavía debemos enfrentar, en relación a la velocidad y el carácter efímero de la información digital. Cómo expresa Marshall Mcluhan, la revolución que significó el surgimiento de los medios masivos de comunicación, el cine, la radio, la televisión, Internet y los medios digitales es comparable al cambio de paradigma que impulso la imprenta en el Siglo SXV, dando origen a lo que se conoce como la “Galaxia Gutenberg”.

Bajo está línea de pensamiento, Marshall Mcluhan, pensador canadiense, selló la idea que “el medio es el mensaje” Para este, el medio no es solo un soporte donde se registra la información, sino que actúa como una extensión de la corporalidad humana, desarrollando los sentidos del hombre. Estas diversas formas en que se pueden decodificar los medios de comunicación, van creando contextos en que la sociedad manifiesta la extensión de sus sentidos. Es así, que con el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información, y gracias a la microelectrónica se han generado diversos dispositivos y maneras de ver la realidad. Por ejemplo, el surgimiento de la televisión rompe en la década de 1920 con la idea del homo typographicus, es decir, el hombre dominado esencialmente por la escritura y la asimilación de conocimiento en su forma impresa, y en donde el contenido, tendía a individualizarse e interiorizarse, desarrollando mayormente el sentido de la vista.

Ya con la televisión, esta idea se rompe, en imágenes que se mueven casi infinitamente junto con el desenvolvimiento del sonido, creando otro tipo de mensaje. Esta dualidad, es decir, visual y audible, tiene para Mcluhan, más que ver con el pasado, donde la información se transmitía de forma oral, involucrando a la mayoría de los sentidos. No ajeno al estallido de la microelectrónica, el arte supo readaptarse en el medio y convertirse en digital, cómo expresa Matewecky Natalia en su informe “Arte Digital en Internet”, “ una manifestación artística (una fotografía, un dibujo, un video, un sonido, etc.) que ingresa a un sistema basado en un código binario. El acceso de esta información inicial configurada a partir de pixeles (unidades mínimas de la pantalla), es almacenada y trabajada mediante la utilizacion de softwares tecnológicos.